En la montañosa localidad de O Cebreiro, primer pueblo gallego del Camino, vivió don Elias Valiña (1929-1989). Hoy desaparecido, quedan sus restos en la iglesia de la que fue párroco. Su tumba se ha convertido en un lugar de peregrinación dentro de la peregrinación.
Elías Valiña fue párroco de esta localidad desde 1959. El cura de Cebreiro se ocupó de mejorar las condiciones de vida de las gentes del lugar, actuando incluso como electricista y fontanero cuando así se requería, de restaurar la iglesia, y de atender física y espiritualmente a sus feligreses. Culto y estudioso, el cura publicó libros sobre el Camino y en 1971 redacto una «elemental guía de la ruta Jacobea al servicio de los peregrinos», que fue perfeccionando a lo largo de posteriores ediciones.
Sentía un afecto especial hacia los peregrinos. Puso a su disposición, una de las pallozas del Cebreiro como refugio. Fue incansable ante las autoridades, en su anhelo de revitalizar el Camino, de defender el patrimonio y ayudar a sus vecinos.
Don Elías investigó sobre el trazado original del Camino. En 1984 emprendió el ambicioso proyecto de señalización del Camino. Obtuvo unos sobrantes de pintura amarilla usadas en el marcado de carreteras, y con ellas pintó flechas amarillas, desde la frontera francesa hasta Santiago. La flechas amarillas son, aún hoy el símbolo del Camino, de la meta, de Compostela.
El infatigable cura de O Cebreiro se a apagó en 1989, pero su memoria vive detrás de cada fecha amarilla que nos indica el Camino. Sus restos se encuentran en su querida Iglesia de Santa María, donde numerosos peregrinos encienden velas en su memoria.
Balbanuz Benavides González-Camino
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